Hay metáforas que muerden sin miedo.
El miedo es como una dentellada sin sangre.
Y están los mordiscos miedosos. Sin metáforas.
Somos los dos lados de este equilátero
con cuatro ángulos:
lo que sabemos
aquello que escribimos
nuestros deseos
y lo real.
Sencillez, dices.
(La sencillez es la complejidad sin adornos)
Cesárea Tinarejo
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