viernes, 27 de junio de 2008

Homenaje en tres tiempos, entrada 50


“41. Soñe que estaba soñando y que en los túneles de los sueños encontraba el sueño de Roque Dalton: el sueño de los valientes que murieron por una quimera de mierda.”

Un paseo por la Literatura, Roberto Bolaño

Tiempo uno: Brindis

Tengo la copa de vino
antes de alzarla a tu salud
te lo escribo: ¡Salud!

Brindo por tu orgullo inamovible
la dignidad inquebrantable
el forcejeo con la memoria.

Brindo por la altivez de tu despedida
por la victoria extraña
que me impones

y acepto con una tristeza lánguida
rumorosa y fatal,

un voluntarioso e inhóspito gesto
de caballero andante
buscando un pedazo de papel
para salpicar.

Brindo por tí, Coco.

Desde una emoción entrañable
latente
que esconde alegría tras esta sensación
de derrota injusta.

Felicidades
Felicidad
Feliz,

Cumpleaños

Cesárea Tinarejo

Tiempo dos: al aire

Sentado solo en la mesa. Aquí está el abismo otra vez. La sensación de vértigo y los malabarismos con las horas. La lluvia arrastra el entusiasmo por las alcantarillas. Los malditos príncipes azules bordeando los límites de lo heroico, lo estúpido y lo romántico. Me impongo el silencio de la tinta, el verde del ensueño. Dejo pasar el cielo por mis pulmones…

Quimero

Tiempo tres: por ella

Tarde de nostalgia. Blog como tablón de anuncios de mis emociones: “Se renta corazón desvalido. Económico.” Y espero que las nubes verdes me transporten al universo húmedo e intangible de los ensueños. Leeré a Bolaño y escucharé cualquier música ininteligible masturbándome en el abismo de mis deseos. “Demasiado tarde” me escribirá Roberto desde su rincón detectivesco. Y yo me quedaré esperando un “valiente” como coletilla.

Quimero

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