sábado, 18 de agosto de 2012

"Todo está bien"


Dice que está bien. Tú dices que estás bien y piensas que ella debe estar realmente bien y que tú estás realmente bien. Su mirada es bellísima, como si viera por primera vez las escenas que deseó toda su vida. Después llega el aliento a podrido, los ojos huecos aunque ella diga (mientras tú permaneces callado, como en una película muda) que el infierno no puede ser el mundo donde vive. ¡Corten este texto de mierda!, grita. El caleidoscopio adopta la apariencia de la soledad. Crac, hace tu corazón.

Prosa de otoño en Gerona, Roberto Bolaño, Acantilado, 2000.


“Eres un buen hombre. Un idiota, y previsible tipo, de buenos sentimientos. Con sensibilidad de supermercado y portada periodística. Barnizado de una erudición venida a más por sortilegio autobiográfico. Aunque tus esfuerzos son conmovedores, no estás tocado con la varita de la genialidad: la que convierte a un hombre en un espejismo de ilusión. Contigo, el amor placentero, la confianza en la cocina, la alegría dominical, los seguros de vida y las representaciones teatrales de los hijos. La sencillez necesaria para esa mitad que también soy. Me reservo el reverso: el fuego apasionado, la voracidad con sus secretos, la inestabilidad de una mirada y el orgasmo furtivo. Ya sabes, es lo que hay, honey. Todo está bien.”

Crac, hace mi corazón.


Quimero

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ejem... Parece que te estás construyendo una imagen a la medida de tus complejos... ¿Hasta qué punto eso arriesga la posibilidad de (a) saber quién eres (b) conocerla a ella? Me gusta la escueta pero vibrante definición del topicazo buen-mal chico. Relájate!! Te conozco, y puedes ir más lejos que esa limitadísima dualidad. Déjate!!

Con cariño... m