Para
Favricio
“Sortilegio”, la comprensión por medios
no convencionales. Algo así como la “heurística de lo cotidiano”, cuando la
fuente de la experiencia es una paella o una metáfora tan doméstica como
domesticada. Pues ya tenemos un (buen) título. Y un montonal de ideas para la
inauguración. Yo lo nombro: “El lujo de ver crecer de cerca las expectativas”.
Como acertijos que nos ayudan a encontrar la lógica extraña de nuestros
problemas. A saber: “Pezón tras pezón, en un circuito cerrado, envejeciendo con
las mismas repetidas caricias.” Alguien acaba de mencionar un “Adelante” y el título
de la exposición, y las fotografías para la promoción, y la “concatenación de
contingencias”, y…
un humo infantil de trenes melancólicos
y duros como el hierro de las almohadas de los niños que anhelan un poco de
cariño.
“Que así sea”, me digo.
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