De pronto el doctor Leal
René Vázquez Díaz
Un cubano cultivado en el frío noreuropeo soñando con paisajes helados de colores congelados y con la vida rota desde el primer párrafo, regresa a Miami al funeral de su hermano menor muerto en circunstancias extrañas. Desde su aterrizaje, el delirio se apodera de la historia y la racionalidad “made in sweden” se entremezclará con la cultura particular del apéndice cubano de ueséi. A través de la nostalgia de los lugares, las conversaciones bullangueras, supersticiosas y febriles; se escucha una radiografía posible de los cubanos de ambas orillas. El toque novelesco y negro se enreda hasta tal punto que, la trama policial y de espionaje caribeño, es una caricatura exagerada sólo posible en la fiebre permanente de Miami.
Un regalo lúcido, gastronómico, político y nostálgico para la Cuba sin isla.
El final es tan violento que el lector se queda tiritando. Pensando en un funeral fraternal y cubano, en un paseo otoñal y solitario por Suecia.
René Vázquez Díaz
Un cubano cultivado en el frío noreuropeo soñando con paisajes helados de colores congelados y con la vida rota desde el primer párrafo, regresa a Miami al funeral de su hermano menor muerto en circunstancias extrañas. Desde su aterrizaje, el delirio se apodera de la historia y la racionalidad “made in sweden” se entremezclará con la cultura particular del apéndice cubano de ueséi. A través de la nostalgia de los lugares, las conversaciones bullangueras, supersticiosas y febriles; se escucha una radiografía posible de los cubanos de ambas orillas. El toque novelesco y negro se enreda hasta tal punto que, la trama policial y de espionaje caribeño, es una caricatura exagerada sólo posible en la fiebre permanente de Miami.
Un regalo lúcido, gastronómico, político y nostálgico para la Cuba sin isla.
El final es tan violento que el lector se queda tiritando. Pensando en un funeral fraternal y cubano, en un paseo otoñal y solitario por Suecia.
Horacio Oliveira
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