Rafael llegó otra vez
su mamá murió
“ya estaba viejita”
y que si unos pesos
La policía, siempre sagaz
no encuentra una dirección
“Los impares son de aquel lado”
Rafael y yo nos miramos
hermanados por la estupidez
Los reflejos que translucen puertas
en cuadrados equicercanos
o sea, crónica poética
como dice mi novia
Y regresan los versos
libres y cortos
como respiraciones ajedrecísticas
empecinados en g6
“Escribo a mis papás”
Y busco en Pati un argumento
en el retraso del silencio
sacándome de encima
el otro
que mira
Cesárea Tinarejo
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