Una silla sentada de tiempo
esperando
Esperando enjardinada a que florezca alguna idea sobre el blanco
Las metáforas visuales están ahí
y espero que la poética se materialice, geométrica
en forma de emoción convincente
Doy vueltas y fumo un cigarro envenenado de angustia
¿cómo escribir sobre un lienzo poliédrico si no encuentro más que la planicie de un tiempo que sólo es eso
espera?
Llega Rafael con sus ropas manchadas de colores
en un arcoíris con tonos mates, de pobreza
Pinta la silla y me habla de su hijo
hospitalizado – dos años y medio con una canica en el estómago
“no hay dinero”
Fotografío la silla
fumo un cigarro con él
abro la conversación condenándome al desenlace previsto
Manoseo mi juego literario
miro a Rafael
y decido darle el dinero camuflado de dignidad
("ese jardín agreste necesita un corte")
Y regreso a la página en blanco
sintiendo que el balbuceo de este poema
ya se tiñó de otro tono
Miro de reojo a los poetas maricas
los versos domésticos – realismo conversacional
y entre una arcada y un sorbo de café
Cumplo con el propósito creativo
y me quedo con las dudas
Cesárea Tinarejo
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